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Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico, S.A.

Sinopsis Histórica

 

 

La sociedad anónima bajo el nombre de Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico se fundó en el año 1869 por los señores Manuel Martínez (suegro de Jacinto López Martínez 1ro, el cual fue Capitán Poblador y primer Alcalde del pueblo de Dorado por encomienda de su tío Basilio López Martín; y abuelo materno de María Altagracia Salgado Martínez, la cual fue la madre de Francisco López Salgado, conocido como "abuelo Pancho") y José Rodríguez (hermano de Juana Rodríguez, la cual era esposa de José Justo López, el cual era hermano de Jacinto López Martínez 1ro). Dicha institución se constituyó con los activos hurtados propiedad de la Sucesión Basilio López Martín. Constitución, que se plasmó fraudulentamente en escritura pública ante el Notario Público Mauricio Guerra Mondragón y Mejías.

 

Se presume que dichos activos pasaron a los fundadores directamente de Jacinto López Martínez 1ro, ya que éstos tenían una estrecha relación familiar con éste último (relación de suegro y de hermano de la cuñada), lo que los colocaba en una posición preferente para encomendársele la custodia y administración de algunos de los activos que Jacinto 1ro detentaba por haberlos hurtado de su tío Basilio desde el año de 1848. Activos, que presumiblemente también se incautaron ilegalmente los fundadores al fallecer Jacinto 1ro en el año de 1863. Así, la repetición de la historia, facilitó que los susodichos fundadores consiguieran el capital necesario para establecer la institución.

 

Ahora bien, así las cosas, una vez fallecieron los dos antedichos fundadores, para el año 1888, dicha institución era presidida por Manuel Martínez Casanova (hijo del cofundador Manuel Martínez y tío de María Altagracia Salgado Martínez, la cual era sobrina de María Paula Salgado Román, la cual era esposa de Basilio López Martín). El padre de Altagracia fue Juan Salgado Román (hermano de María Paula Salgado Román).

 

Ahora bien, así las cosas, para el año 1894 Manuel Martínez Casanova cambió los propósitos para lo cual se había fundado la institución (financiamiento refaccionario o agrícola) a otros relativos a los de la banca regular (financiamiento comercial). Así, como consecuencia de ello, éste decidió cambiarle el nombre original de la institución nombrándola como el Banco Popular de Puerto Rico, constituyéndose así ésta misma institución, de nombre nuevo, en una institución bancaria regular y no exclusivamente agrícola.

 

Lamentablemente, dicho suceso de orden administrativo, a tenido la nefasta consecuencia de ser interpretado erróneamente como que la institución original fundada en el año de 1869 se fundó en el 1894. La historiografía moderna ha sido víctima de un plan fraudulento que se concibió en dicho año de 1894 con la idea de hacer creer públicamente que el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico fundado en el año de 1869 se fundó en el 1894. Como ya hemos mencionado, lo que realmente ocurrió en el año 1894 fue que la institución original cambió de nombre y de propósitos.

 

Dicho plan fraudulento, orquestado por Manuel Martínez Casanova en conspiración con Julián E. Blanco, consistió en simular por instrumento público la constitución de una institución financiera que en realidad ya había sido fundada y estaba plenamente constituida. Así, en el año 1894, Martínez y Blanco se prestaron para comparecer ante un Notario Público a los fines de suscribir fraudulentamente una escritura de constitución de sociedad anónima, constituyéndose así por éste acto de simulación absoluta una sociedad que ya existía como tal y con el mismo nombre. Entendemos que el sistema de registro de nombres de personas jurídicas de la época, sumamente arcaico, sirvió de terreno fértil para provocar la duplicidad de dicho nombre institucional.

 

Por lo susodicho, debemos de entender que la verdadera historia del Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico es que ésta institución financiera que se fundó en el año 1869 cambió de nombre en el año de 1894 a Banco Popular de Puerto Rico, y no, que dicha institución se fundó en el año de 1894. Siendo la realidad de todo el hecho de que la institución bancaria que se fundó fraudulenta y simuladamente en el 1894 bajo el nombre de Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico era una entidad jurídica completamente ajena y distinta a la ya fundada bajo el mismo nombre en el año de 1869 y que cambió de nombre en el 1894. O sea, que para el año de 1894 existían paralelamente dos sociedades anónimas financieras con el mismo nombre, queriéndose hacer pasar la más moderna por la más antigua.

 

También, por lo susodicho, debemos de entender que para el año de 1893 no se fundó en realidad el Banco Popular de Puerto Rico, sino, otra institución con el mismo nombre que le darían en el 1894 al Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico fundado en el 1869.

 

Ahora bien, hasta aquí nos preguntamos, ¿ Cual fue el propósito de hacer pasar una institución por la otra ? Bueno, la contestación a dicha pregunta es muy sencilla. El propósito fue el de ocultar la existencia y orígenes de los activos líquidos que ya la institución original tenía para el año de 1869. Activos, cuya titularidad correspondía a la Sucesión Basilio López Martín.

 

Definitivamente que la fundación de la segunda institución en el año de 1894 constituyó la herramienta perfecta para ocultar los activos líquidos, libros y la contabilidad de la institución original. En otras palabras, lo que aquí ocurrió es lo que se conoce popularmente como "borrón y cuenta nueva". De esta manera, Manuel Martínez Casanova, como custodio de los activos que a su vez custodiaron sus antecesores en su posición (Manuel Martínez y José Rodríguez), ahora en complicidad con Julián E. Blanco, podían constituirse en los accionistas mayoritarios con activos hurtados de la susodicha recién creada institución que operaba con el mismo nombre de la entidad original.

 

Por otro lado, también existe la sospecha de que para el año de 1894 Martínez Casanova por alguna razón dejó de tener control sobre los activos que custodiaba, por el hecho de que en dicho año Julián E. Blanco fungió como presidente accidental (sin nombramiento oficial) de la institución de creación simulada en vez de ocupar dicho puesto Martínez Casanova. ¿ Que impedía a Blanco conseguir un nombramiento en propiedad ? ¿ Por qué Martínez dejó de fungir como presidente ? ¿ Acaso Martínez Casanova habrá sido víctima de algún plan fraudulento de Julián E. Blanco para removerlo de la presidencia que ocupaba ?

 

Por ello, con bases firmes podemos decir, que la simulada institución Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico constituida en el año de 1894, la cual promovió la creencia popular de que fue la primera y única de su tipo y nombre, y que ha servido como instrumento para ocultar la existencia de la institución original de su mismo nombre fundada en el 1869, inequívocamente utilizó: 1) el activo líquido metálico no declarado cuyo origen data del año 1750; 2) el activo líquido metálico producto de la indemnización a poseedores de esclavos (distribuida por España durante el periodo del año 1876 al 1890); 3) los activos líquidos producto del derecho accesorio por virtud de haber financiado operaciones agrícolas de mala fe en terrenos ajenos; y 4) los activos inmuebles pertenecientes a la Sucesión Basilio López Martín. Activos, que al presente utilizó y continúa utilizando fraudulentamente el actual Banco Popular de Puerto Rico, el cual simuló ser cesionario del Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1894 al adquirir sus activos por actos de simulación absoluta en el año de 1936, cuando en realidad ésta institución sigue siendo el mismo Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del 1869.

 

Tan cierta es la influencia de los fundadores del Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1894 sobre el actual Banco Popular de Puerto Rico, que para el año de 1978 el segundo nombró al Sr. Héctor Ledesma como su presidente. ¿ Acaso el Sr. Héctor Ledesma fue descendiente del Sr. Gregorio Ledesma y Navajas, cofundador Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1894 ?

 

En la actualidad, se tiene la idea errónea de que el Banco Popular de Puerto Rico y el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico se fundaron en el 1893 y 1894 respectivamente y que el primero adquirió los activos del segundo en el año de 1936, cuando la realidad es que el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico se fundó en el año 1869 y el Banco Popular de Puerto Rico es esa misma institución financiera con un nombre diferente. Interpretándose por esto que el Banco Popular de Puerto Rico y el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico fundados en los años 1893 y 1894 son en realidad otras entidades completamente distintas que se establecieron para confundir y ocultar los activos originales de las antedichas instituciones (que en realidad es una) bajo los mismos nombres.

 

Ahora bien, como si todo lo susodicho fuera poco, un dato sumamente interesante relacionado con el actual Banco Popular de Puerto Rico es el hecho de que para el año de 1888 el Notario Público Damián Monserrate y Simó (quién más tarde fungió como presidente de dicho banco) se cercioró de que los herederos de Basilio López Martín estuvieran ignorantes de la existencia y localización de sus activos hereditarios tenidos por el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1869, los cuales le interesaba acaparar para su futura institución simulada y oculta Banco Popular. En dicho año, Monserrate, entrevistó a varios herederos, los cuales declararon nunca haber recibido de su padre Basilio López ningún activo mueble o inmueble del caudal hereditario de dicho causante. También, declararon desconocer la cuantía y localización de dicho caudal.

 

Al presente, se estima que dicho caudal hereditario líquido tenido por el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1869 ascendía a los 32 y 42 billones de dólares en estibas de lingotes de oro, estibas de lingotes de plata y estibas de monedas mejicanas (pesos oro) según declaración jurada confesa de Leonardo Igaravídez y Maldonado del 11 de octubre de 1889 ante el Notario Público Demetrio Giménez y Moreno en ausencia del Notario Público Mauricio Guerra Mondragón y Mejías que se encontraba enfermo el día del otorgamiento. Caudal, que se sospecha se localizaba en túneles localizados en el solar donde se estableció el Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1869. Solar, donde hoy se localiza el edificio del Banco Popular en el viejo San Juan.

 

Como nota aclaratoria, cabe señalar, que dicha declaración jurada pública la pronunció Igaravídez un año antes de su fallecimiento. O sea, para el año 1888. Entonces, posterior a su fallecimiento, para la fecha del 11 de octubre de 1889, dicho primer Notario en ausencia y por instrucciones del segundo, elevó a instrumento público dicha declaración recibida verbalmente por el segundo Notario durante el año 1888 (véase Actas Notariales o Registro de Testimonios del Notario Público Mauricio Guerra Mondragón y Mejias). La declaración jurada aparece en el protocolo notarial del Notario Público Mauricio Guerra Mondragón y Mejías firmando el Notario Público Demetrio Giménez y Moreno.

 

Ahora bien, por otro lado, se sospecha que para el año de 1865, Leonardo Igaravídez y Maldonado ya había hurtado parte de dicho caudal líquido (750 millones) y los depositó en Berna, Suiza por conducto de Domingo Guzmán López. Leonardo Igaravídez y Maldonado utilizó uno de los barcos adquiridos de Jacinto 1ro (a quién le hurtó activos) los cuales nombró "Hortensia" y "Laura", para transportar dicho activo líquido a la República Dominicana, y de ahí a Suiza. Se presume que dichos movimientos navales o marítimos constan registrados en la bitácoras conservadas en el Archivo General de Puerto Rico.

 

Ahora bien, así las cosas, durante el periodo comprendido del año 1988 al 1989, Andrés López Laureano (heredero de la Sucesión Basilio López Martín) solicitó a la archivera del Archivo General de Puerto Rico, la Srta. Hilda Chicón, la restauración de la escritura de constitución del Banco Territorial y Agrícola de Puerto Rico del año 1869, ya que se estaban desvaneciendo la parte superior de las palabras del escrito. Al presente, dicha funcionaria alega que desconoce dicha solicitud, pero por otro lado, le consta que un ex empleado de dicho Archivo (ya jubilado) fue la persona que restauró dicho documento. Además, manifiesta que desconoce la dirección física y el número telefónico de dicho funcionario para contactarlo, aunque si se recuerda del nombre.

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